Cómo las plataformas bajo demanda han conquistado a los jóvenes: un cambio de paradigma en el consumo de televisión.
La televisión ha sido durante décadas el medio de comunicación y entretenimiento por excelencia, capaz de llegar a millones de hogares y de generar un impacto social y cultural. Sin embargo, en los últimos años, la televisión tradicional ha visto cómo su audiencia se ha reducido y fragmentado, especialmente entre los más jóvenes, que han optado por otras formas de consumir contenidos audiovisuales, más acordes con sus gustos, intereses y hábitos.
Las plataformas de vídeo bajo demanda, como Netflix, HBO, Amazon Prime Video o Disney+, han irrumpido con fuerza en el mercado, ofreciendo una amplia variedad de contenidos originales y de calidad, adaptados a diferentes géneros, formatos y públicos.
Estas plataformas permiten al usuario elegir qué, cuándo, cómo y dónde ver sus contenidos favoritos y además, ofrecen la posibilidad de personalizar la experiencia de usuario, mediante recomendaciones, perfiles, listas o valoraciones.
Según el informe de la CNMC sobre el sector audiovisual de 2023, el número de suscriptores de las plataformas de pago en España alcanzó los 14,8 millones, lo que supone un incremento del 18% respecto al año anterior. El informe también revela que el 60% de los hogares con acceso a internet dispone de algún servicio de vídeo bajo demanda, y que el 43% de los usuarios de estas plataformas tiene entre 16 y 34 años.
Estos datos confirman que las plataformas bajo demanda han captado la atención y el interés de los jóvenes, que ven en ellas una alternativa más atractiva, cómoda y económica que la televisión tradicional. Según el estudio de Rastreator sobre las nuevas tendencias de consumo, el 77% de los jóvenes consume contenido bajo demanda y ve la televisión tradicional solo en ocasiones puntuales. Además, el 40% de los jóvenes afirma que no podría vivir sin estas plataformas.
Los jóvenes valoran especialmente la libertad, la flexibilidad y la personalización que ofrecen las plataformas bajo demanda, que se adaptan a sus preferencias y necesidades. Buscan contenidos que les entretengan, les emocionen, les informen, les eduquen y les inspiren, y que reflejen su diversidad, su identidad y sus valores. Por ello, las plataformas bajo demanda apuestan por contenidos originales, innovadores, inclusivos y comprometidos, que abordan temas de actualidad y de interés social, como el medio ambiente, la igualdad, la diversidad, la salud mental o el activismo.
Algunos ejemplos de contenidos que han triunfado entre los jóvenes son las series La casa de papel, Élite, Sex Education, Euphoria o los documentales como El dilema de las redes sociales o El último baile.
Además, los jóvenes no solo consumen estos contenidos, sino que también los comentan, los comparten, los recomiendan y los generan, creando una comunidad activa y participativa en torno a ellos.
Las redes sociales, los podcasts, los blogs, los foros, los vídeos o los memes son algunos de los canales que utilizan los jóvenes para expresar su opinión, su crítica, su humor o su creatividad sobre los contenidos que consumen. Así, se convierten en prescriptores, influenciadores y creadores de contenidos, que contribuyen a difundir y a enriquecer la oferta de las plataformas bajo demanda.
Como se puede observar, las plataformas bajo demanda han supuesto un cambio de paradigma en el consumo de televisión, especialmente entre los jóvenes, que han encontrado en ellas una forma de satisfacer sus necesidades y expectativas de entretenimiento, información, educación y conexión. Por ello, las plataformas bajo demanda deben seguir ofreciendo contenidos de calidad, diversidad y relevancia, que se adapten a los gustos, intereses y hábitos de los jóvenes, y que fomenten su participación y su implicación.
Las plataformas bajo demanda han conquistado a los jóvenes, que son el presente y el futuro del consumo de televisión.